El Opa es una masa de
nervios, como nunca antes de un partido de balompié. La reciente
bravata alemana que despanzurró a Brasil lo ha dejado cauteloso y
anhelante, animado y con julepe. Piensa el Opa que a los miedos hay
que enfrentarlos con hidalguía, como esos once pibes que están ahí
entrando a la cancha.
Comienza el partido con
el equipo argentino sólido en la posesión de la pelota, ordenado y
compacto, con buena capacidad para recuperarla. Holanda dedica su
tiempo a una circulacion estéril para desgastar y distraer al rival
mientras busca el hueco. Primera infracción a Lavezzi, y un tiro
libre que es una oportunidad clara. Perdida.
Primera salvada
importante de Mascherano, e infracción sobre este chico Pérez, que
se enterró la pelota en el hígado. Primer disparo franco de Messi,
que resulta impecable, como la atajada del hombre de verde. Argentina
muestra vocación de gol, y espera el Opa que Máxima tenga la chance
de ir al baño de su casa a gritar en la clandestinidad un gol argentino. Un botinazo al
aire casi decapita a Mascherano, pero los petisos tienen la virtud de
encogerse rápido cuando el patadón acecha.
Otro patadón desvía el
cabezazo certero de Garay y le deja un chichón importante, pero el
gol se siente cerca. Hasta que Mascherano se pega un cabezazo de los
feos. Se frunce entero el Opa, pero el tipo es un gladiador y vuelve a la
cancha.
Romero aparece con dos
reacciones importantes en un momento de acoso: es reconfortante que
recién tenga que jugar a los 30 minutos del partido. El holandés
pelado cuyo apellido lo emparenta con el Vicepresidente de la Comarca
no ha podido desplegar su peligro (notar que el Opa se toma ciertas
partes de su anatomía izquierda, con las dos manos). Demichelis
propina un oportuno patadón a Sneijder, que el árbitro no sanciona
con dureza. Messi se estrella conta una pared naranja y el árbitro,
con buen sentido, parece exigir que no irrumpa la violencia.
Finalmente amarilla para Martins Indi, que pretende taparlo a
manotazos. Termina el primer tiempo y el Opa va al baño a liberar,
entre otras cosas, tensiones.
Llueve ahora en Sao
Paulo, y se pregunta el Opa si eso favorece o perjudica a alguno.
Arranca el segundo tiempo con infracción fuerte sobre Pérez, y esto
sólo puede ser una buena señal (menos para Pérez, claro). Mientras
tanto, a Garay se le salió uno de los championes y le pegó de volea
con el otro nomás: un mostro. Caramba, amarilla para Demichelis que
quiso ayudar a Robben para que no se caiga: el pelotazo del tiro
libre le voló el paquete de tutucas a un japonés en la tribuna.
Se siente la ausencia de
Di María en la creación de espacios a pura velocidad. El equipo
sigue sólido pero les cuesta encontrarse cerca del área naranja.
Hay que decir que tampoco el adversario deja muchos huecos, y se ha
concentrado en su defensa. Se lastima Biglia, pero sale De Jong, una
amenaza constante.
El partido sigue tenso e
intenso, y la selección parecen no encontrarle la vuelta a la naranja
mecánica, que de todos modos tampoco puede hacer mucho. En otro
cabezazo se lastima el 7 holandés. O sea, el jugador, no el 7.
Bueno, se entiende. Jugada interesante de Higuaín, pero Messi la
aloja detrás del arco. Frustrada ilusión del Opa cuando el Pipita
convierte, pero el árbitro encuentra que estaba en posición
delantada. No es así, nos han robado un gol, hasta el Opa lo nota.
La próxima será.
Sale Enzo Pérez y entra
Palacio; sale Higuaín y entra Agüero. Ruega el Opa que esto traiga
energías en el ataque. Hay un poco más de presión, pero sin lograr
completar los pases en el área rival. Suda frío el Opa, viendo cómo
los arranques argentinos terminan en manos (o pies) holandeses. Un
único descuido grave deja a Robben casi frente al arco, y nuevamente
Mascherano se recibe de héroe. Esto se va al alargue y será un
sufrimiento largo.
Sale Van Persie, pero
queda Robben, que atraviesa tres defensores para entrar al área
chica. ¿Quién defiende? Mascherano, que está de turno. Robben
ahora lo intenta desde lejos, pero Romero responde. Sale Lavezzi y
entra Maxi Rodríguez. Están todos exhustos. Vino un centro
perfecto, y el Kun estaba tendiendo la ropa. Termina la primera parte
del alargue. Sueña el Opa con ese gol de Di María a los 118
minutos.
Comenza la segunda parte
con una picardía de potrero del Kun, y Zabaleta lastimado en otro
choque. Le ponen en la boca una gasa enorme y a seguir luchando. Espera el Opa
también que se encienda Messi, que ha sido neutralizado por un
ejército anaranjado. Que se encienda y construya alguna cosa mágica
que termine con la incertidumbre y devuelva la sonrisa. En lugar de
eso vino un cabezazo tímido de Palacio que quedo en las manos del arquero. Y se despierta Messi con un centro magnífico, pero Maxi le
pega suavecito. Y después de una enormísima fruncida (enorme aparición de Mascherano) nos vamos a
penales.
No alcanzaron a hacer
entrar al grandote que asustó a Costa Rica, pero esto igual es una
lotería. Las cámaras toman la lista de Sabella, que encabeza Messi.
Patea primero Vlaar y Romero ataja. Messi, y es gol. Robben, y entra
al ángulo opuesto al que eligió Romero. Garay, y es gol. Van
Persie, ¡y Romero ataja! El Kun, y es gol. Kuyt, y es gol. Maxi
Rodríguez, y estamos en la Final.
El Opa a los gritos sólo
en su casa, a punto de moquear: a sucedido lo impensado.
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