lunes, 18 de agosto de 2014

Antiterroristas somos todos

En estos días la Comarca ha sido sacudida por otra andanada de vituperaciones presidenciales, pero esta vez agravada por la amenaza de aplicarle a una empresa privada la llamada Ley Antiterrorista. Como el Opa no entiende mucho de estas cosas le preguntó a un abogado que sabe. Tampoco sabía. Los abogados, en general, no conocen la ley antiterrorista. Así que el Opa tuvo que buscarla en internet.
Así el Opa se enteró que no es una ley. Son dos. La primera, sancionada el 13 de Junio de 2007 (gobernaba Él), y la segunda, sancionada el 22 de Diciembre de 2011 (gobernaba Ella). Las leyes duplican las penas cuando los delitos comunes se cometan para aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo. Utilizando la jerga de las Orgas, para “apretar” a alguien. No es muy claro eso de aterrorizar a la población, porque uno nunca sabe del miedo de quién estamos hablando: ¿del miedo de una señora que lee Clarín y ve a Mirta?, ¿del miedo de un militonto que ve “6,7,8” y se asusta con una foto de Cavallo?, ¿del miedo de un vicepresidente cuando pasa por Tribunales? Como “la población” es un conjunto indeterminado, se pregunta el Opa quién mediría ese terror, quién en la Comarca es el portador del “sustómetro” popular que determina que un piquete genera miedo suficiente. “El juez lo determina”, le dijeron. Ahora sí que el Opa está asustado. Un juez. ¿Y si el juez tiene miedo de que lo escrachen con la amante, o con las acciones del “feed-lot”, o con la moto que le regaló el imputado?
Las organizaciones de derechos humanos pusieron el grito en el cielo porque cualquier manifestación podría caer en la otra conducta: obligar a las autoridades a hacer algo o no hacerlo. En Chile han condenado por terroristas a los Mapuches que protestan por sus tierras, hasta que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Chile. Ejemplos sobran. Entonces agregaron un parrafito que dice que la ley no abarca el ejercicio de derechos humanos, sociales y constitucionales, es decir que en principio los piquetes zafan.
La Madre de todas las Madres, doña Hebe, dijo que no había problema, porque el gobierno de la presidenta Fernández de Neón nunca la utilizaría. Claro que no, le dijeron los abogados, porque los presidentes no aplican las leyes, esa es tarea de los jueces. El Opa se rasca la cabeza: si el gobierno no piensa aplicar una ley, ¿para qué la sancionó? Y luego, ¿qué pasa si un fiscal o un juez decide aplicarla, a pesar de que el gobierno no se lo pida? El Opa preguntó a un militante de Madres, pero éste lo trató de cipayo de la opo a sueldo de Magnetto.
También se castiga a quienes aporten dinero para quienes estén acusados de terrorismo. Ahora el Opa se preocupa. ¿Qué pasa si los empleados de una fábrica juntan unos pesos para el abogado del delegado, acusado de terrorista por incendiar una cubierta? Según la ley, están financiando al terrorismo. Si le llevan puchos a la comisaría o juntan unos mangos para que su mujer pueda alimentar a los pibes, también.
Pero ahora resulta que por cadena naciomal la presidenta Fernández de Neón anuncia que aplicará la ley antiterrorista contra una empresa que cerró sus puertas. Montón de empresas cerraron sus puertas en estos últimos dos años. Las cifras de desempleo son tan creíbles como un titular de Clarín. Pero la presidenta amenazó con usar la ley antiterrorista porque esta empresa cerró sus puertas con el fin de “aterrorizar a los argentinos”. La empresa dice que el año pasado perdió 25 millones de rupias verdes, y que este año perdería 40. Se pregunta el Opa si es obligatorio que una empresa pierda ese dinero, y se pregunta por qué es criminal y terrorista cerrar como tantas empresas, entre ellas las que pertenecen al testaferro oficial, Lázaro, el que se levantó y andó (y vaya si andó). Según le explicaron, si una empresa les paga sus deudas y la indemnización a los trabajadores, puede cerrar. Que hay un procedimiento especial para que el cierre no sea tan traumático. Por alguna razón a esta empresa no le permitieron entrar en ese procedimiento, el Opa no hará especulaciones porque ni él ni los abogados de la Comarca saben bien qué onda.
Es así como, contra lo prometido por Hebe, la presidenta eligió un enemigo y lo usará para culparlo de todos los males. Recuerda el Opa su post sobre el Populismo: siempre hace falta un enemigo a mano, alguien a quién echarle la culpa de nuestros mocazos. Es psicopatía de manual.
Se vive cierta angustia en la Comarca, con locales cerrados, con liquidaciones por cierre, con pibes que te dan vuelta de un cuetazo con la misma impunidad y falta de razones que un policía de gatillo fácil, que también abundan. Hay razones para tener miedo. Pero se pregunta el Opa si lo terrorífico no es el uso de una ley aberrante para cazar brujas, una vieja costumbre del peronismo desde la época del Brujo. Hasta en eso somos setentistas.



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