En estos días la Comarca
ha sido sacudida por otra andanada de vituperaciones presidenciales,
pero esta vez agravada por la amenaza de aplicarle a una empresa
privada la llamada Ley Antiterrorista. Como el Opa no entiende mucho
de estas cosas le preguntó a un abogado que sabe. Tampoco sabía.
Los abogados, en general, no conocen la ley antiterrorista. Así que
el Opa tuvo que buscarla en internet.
Así el Opa se enteró
que no es una ley. Son dos. La primera, sancionada el 13 de Junio de
2007 (gobernaba Él), y la segunda, sancionada el 22 de Diciembre de
2011 (gobernaba Ella). Las leyes duplican las penas cuando los
delitos comunes se cometan para “aterrorizar
a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o
gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a
realizar un acto o abstenerse de hacerlo.”
Utilizando la jerga de las Orgas, para “apretar” a alguien. No es
muy claro eso de aterrorizar a la población, porque uno nunca sabe
del miedo de quién estamos hablando: ¿del miedo de una señora que
lee Clarín y ve a Mirta?, ¿del miedo de un militonto que ve “6,7,8”
y se asusta con una foto de Cavallo?, ¿del miedo de un
vicepresidente cuando pasa por Tribunales? Como “la población”
es un conjunto indeterminado, se pregunta el Opa quién mediría ese
terror, quién en la Comarca es el portador del “sustómetro”
popular que determina que un piquete genera miedo suficiente. “El
juez lo determina”, le dijeron. Ahora sí que el Opa está
asustado. Un juez. ¿Y si el juez tiene miedo de que lo escrachen con
la amante, o con las acciones del “feed-lot”, o con la moto que
le regaló el imputado?
Las organizaciones de
derechos humanos pusieron el grito en el cielo porque cualquier
manifestación podría caer en la otra conducta: obligar a las
autoridades a hacer algo o no hacerlo. En Chile han condenado por
terroristas a los Mapuches que protestan por sus tierras, hasta que
la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Chile.
Ejemplos sobran. Entonces agregaron un parrafito que dice que la ley
no abarca el ejercicio de derechos humanos, sociales y
constitucionales, es decir que en principio los piquetes zafan.
La Madre de todas las
Madres, doña Hebe, dijo que no había problema, porque el gobierno
de la presidenta Fernández de Neón nunca la utilizaría. Claro que
no, le dijeron los abogados, porque los presidentes no aplican las
leyes, esa es tarea de los jueces. El Opa se rasca la cabeza: si el
gobierno no piensa aplicar una ley, ¿para qué la sancionó? Y
luego, ¿qué pasa si un fiscal o un juez decide aplicarla, a pesar
de que el gobierno no se lo pida? El Opa preguntó a un militante de
Madres, pero éste lo trató de cipayo de la opo a sueldo de
Magnetto.
También se castiga a
quienes aporten dinero para quienes estén acusados de terrorismo.
Ahora el Opa se preocupa. ¿Qué pasa si los empleados de una fábrica
juntan unos pesos para el abogado del delegado, acusado de terrorista
por incendiar una cubierta? Según la ley, están financiando al
terrorismo. Si le llevan puchos a la comisaría o juntan unos mangos
para que su mujer pueda alimentar a los pibes, también.
Pero ahora resulta que
por cadena naciomal la presidenta Fernández de Neón anuncia que
aplicará la ley antiterrorista contra una empresa que cerró sus
puertas. Montón de empresas cerraron sus puertas en estos últimos
dos años. Las cifras de desempleo son tan creíbles como un titular
de Clarín. Pero la presidenta amenazó con usar la ley
antiterrorista porque esta empresa cerró sus puertas con el fin de
“aterrorizar a los argentinos”. La empresa dice que el año
pasado perdió 25 millones de rupias verdes, y que este año perdería
40. Se pregunta el Opa si es obligatorio que una empresa pierda ese
dinero, y se pregunta por qué es criminal y terrorista cerrar como
tantas empresas, entre ellas las que pertenecen al testaferro
oficial, Lázaro, el que se levantó y andó (y vaya si andó). Según
le explicaron, si una empresa les paga sus deudas y la indemnización
a los trabajadores, puede cerrar. Que hay un procedimiento especial
para que el cierre no sea tan traumático. Por alguna razón a esta
empresa no le permitieron entrar en ese procedimiento, el Opa no hará
especulaciones porque ni él ni los abogados de la Comarca saben bien
qué onda.
Es así como, contra lo
prometido por Hebe, la presidenta eligió un enemigo y lo usará para
culparlo de todos los males. Recuerda el Opa su post sobre el
Populismo: siempre hace falta un enemigo a mano, alguien a quién
echarle la culpa de nuestros mocazos. Es psicopatía de manual.
Se vive cierta angustia
en la Comarca, con locales cerrados, con liquidaciones por cierre,
con pibes que te dan vuelta de un cuetazo con la misma impunidad y
falta de razones que un policía de gatillo fácil, que también
abundan. Hay razones para tener miedo. Pero se pregunta el Opa si lo
terrorífico no es el uso de una ley aberrante para cazar brujas, una
vieja costumbre del peronismo desde la época del Brujo. Hasta en eso
somos setentistas.
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