jueves, 21 de agosto de 2014

Los manotazos

Y cuando parecía que ya nada puede asustarnos resulta que la Presidenta Fernández de Neón decide patear el tablero otra vez, como adolescente chinchuda. Ahora, frente al brete en que se metió con el tema de los fondos “buitres”, propone una ley con nombre rimbombante y con más preguntas que respuestas. La ley impronunciable dice más o menos que se les ofrecerá a quienes tengan bonos de deuda argentina (bonistas, no bonitos) la opción de cobrarlos en la capital de la Comarca y no en Nueva York, como estaba estipulado. La idea es limitar el daño que hizo ese juez botarate que falló en contra del país. El Opa ha intentado dialogar con abogados (que por supuesto no tienen idea del tema) y con economistas (que tampoco). Como no pudo sacar nada en limpio y los diarios oscurecen más que nadie, intentará el Opa esclarecer sus cavilaciones.
En el principio hubo bonos de la deuda de la Comarca que sirvieron para que entre dinero fresco. Al igual que un pagaré, los que tengan esos bonos los pueden vender por un poco menos de dinero y no esperar a su vencimiento, que puede ser a, digamos, diez años. El que los venda antes recibirá menos dinero, lógicamente; el que los cambie cuando venzan, cobrará intereses. Hay mercados de bonos donde los especuladores especulan con comprar barato y vender caro. Así, hay gente que compró por poca plata esos bonos nuestros y se dedicó a esperar para cobrar todo el dinero. Un juez les dio la razón, y ordenó que la Comarca les pague el valor nominal, es decir, lo que cada bono dice que vale: si dice 100, hay que pagar 100, aunque se hayan comprado a 20 (cualquier parecido con nuestra idiosincracia nacional es mera coincidencia). A esa gente los llaman “buitres”, porque se alimentan de carroña: nuestros bonos.
Primero se intentó negociar con ellos, pero parece que no aceptaron ninguna rebaja. Técnicamente la Comarca entró en “default”, es decir, en cesación de pagos. Sin embargo, se ordenó que se deposite la cuota del mes en un banco de Nueva York para que cobren los que sí aceptaron un acuerdo, que son un 93% de todos los bonistas. Pero el juez intentó impedir ese pago porque pretendía que antes se pague al otro 7%. La cosa se puso jodida, y finalmente lo permitió, por única vez. El problema del juez es que sostiene que si no se les paga el 100% al 7% de bonistas que no entró en el acuerdo, va a impedir que se le pague al otro 93%, poniendo en peligro toda la arquitectura de ese acuerdo soberano. Es decir que suma una locura a otra locura.
Volvamos a la ley. Claramente es una forma de pasar al juez por la banquina, y eso suele no ser buena idea.
Ahora imaginemos una cosa.
Imaginemos que Noruega, o Islandia, tienen un problema con fondos “buitres” y un juez obcecado quiere hacerle pagar el 100% a una minoría, a riesgo de destruir un acuerdo que aceptó la mayoría de sus acreedores. Imaginemos que esos países, con gobiernos ejemplares, deciden cambiar el lugar de pago de esa mayoría, para poder pagarles sin problemas. Pensaríamos que en principio no está mal, pero nos quedan algunas preguntas. Cuando un estado se endeuda y negocia con sus acreedores, ¿es igual a un acreedor privado? En principio un privado no puede andar cambiando de lugar de pago, porque es una cláusula fundamental de cualquier contrato. ¿El estado sí podría? El estado es soberano, pero eso no significa que pueda violar sus compromisos impunemente.
Ahora, si ese cambio de lugar de pago se propone para poder pagarle a la mayoría, y no para estafarlos, ¿hay algún perjuicio concreto para esa mayoría? Recordemos que en el escenario del juez, no podrían cobrar nada hasta que les paguen a los “buitres”; y que si se les paga a los buitres los de la mayoría podrían pedir que también a ellos se les pague el 100%, con lo que la reducción de deuda se caería. Aislados de la coyuntura, cree el Opa que no estaría tan mal una ley semejante, siempre que el cambio de lugar de pago sea voluntario y no obligatorio: se les permite a los de la mayoría que cobren como venían haciendo, mientras los de la minoría siguen en el tribunal que los benefició, y el gobierno puede buscar una salida razonable sin que estalle su economía.
Eso en la teoría.
Ahora, ¿es posible aislarse de la coyuntura de la Comarca? Una presidenta desesperada por el aplauso de las focas oficiales, con un relato adolescente e irresponsable, con un vicepresidente multiprocesado, que han estrolado juntos la calesita de la economía nacional, todo esto antes del episodio de los “buitres”. Como la economía de la Comarca ya estaba estallando (el Opa contó 8 negocios cerrados en las 5 cuadras que hay hasta su trabajo), a alguien habría que echarle la culpa de todo. Ahora, la tuvieron los “buitres”. Claro que el apriete de los “buitres” agrava la crisis, pero la crisis estaba de antes, lo sabe hasta el Opa.
La pregunta que ronda insistente su atormentada cabeza es si es posible aislar la idea misma de la ley, de la coyuntura en la que se propone. Lo pregunta honestamente, porque no tiene respuestas obvias. Y porque las consecuencias no serán menores en ningún caso. En principio, se interpreta que pone a la Comarca en default porque cambia un aspecto importante del acuerdo. Eso complica cualquier transacción internacional del Estado, más allá de la presidenta Fernández de Neón y su corte de atorrantes.
Puertas adentro significa que frente a la incertidumbre nadie que tenga un peso en el bolsillo lo sacará de allí. Eso explica que haya caído un 31% la construcción y un 26% la venta de autos, dos indicadores de recesión que finalmente ha sido admitida por la fábrica estatal de estadísticas. Eso significa el cierre de empresas y kiosquitos, pérdidas de puestos de trabajo, caída de la recaudación, emisión de rupias para tapar los awjeros, aumento de la inflación, empobrecimiento masivo de los laburantes, enriquecimiento súbito de los empresarios que con Ella la levantaron en pala, aumento del miedo, la desigualdad, la inseguridad, la desigualdad, la miseria, la desigualdad. Hasta hace unos meses la desigualdad ya era peor que en la década de los ´90. Será aún peor.
Luego, el próximo gobierno posiblemente pretenda aplicar recetas de ajuste y hambre, profundizando el escenario. Esto lo vivimos, precisamente, en los ´90.
Le han contado al Opa que la economía es un juego basado en la confianza. Uno confía, y apuesta un mango. Y el del lado vio que uno puso una rupia, y pone también unos tombuctúes. Y así. Entonces, en un contexto de racionalidad, con gobernantes ejemplares, una medida como la propuesta podría ser una salida interesante, porque el shock del patadón en el tablero sería amortiguado por la serena firmeza del susodicho gobierno. En la Comarca, donde hasta los ministros la encanutan en cuevas de las Seychelles, es difícil que esto tenga algún efecto positivo. El problema es que tampoco queda claro si la presidenta tenía otras opciones. Lo triste de los manotazos de ahogado es que generalmente no hay más trucos: la galera está vacía. Y los bolsillos también.
Y el Opa tiene la Comarca llena de preguntas.

lunes, 18 de agosto de 2014

Antiterroristas somos todos

En estos días la Comarca ha sido sacudida por otra andanada de vituperaciones presidenciales, pero esta vez agravada por la amenaza de aplicarle a una empresa privada la llamada Ley Antiterrorista. Como el Opa no entiende mucho de estas cosas le preguntó a un abogado que sabe. Tampoco sabía. Los abogados, en general, no conocen la ley antiterrorista. Así que el Opa tuvo que buscarla en internet.
Así el Opa se enteró que no es una ley. Son dos. La primera, sancionada el 13 de Junio de 2007 (gobernaba Él), y la segunda, sancionada el 22 de Diciembre de 2011 (gobernaba Ella). Las leyes duplican las penas cuando los delitos comunes se cometan para aterrorizar a la población u obligar a las autoridades públicas nacionales o gobiernos extranjeros o agentes de una organización internacional a realizar un acto o abstenerse de hacerlo. Utilizando la jerga de las Orgas, para “apretar” a alguien. No es muy claro eso de aterrorizar a la población, porque uno nunca sabe del miedo de quién estamos hablando: ¿del miedo de una señora que lee Clarín y ve a Mirta?, ¿del miedo de un militonto que ve “6,7,8” y se asusta con una foto de Cavallo?, ¿del miedo de un vicepresidente cuando pasa por Tribunales? Como “la población” es un conjunto indeterminado, se pregunta el Opa quién mediría ese terror, quién en la Comarca es el portador del “sustómetro” popular que determina que un piquete genera miedo suficiente. “El juez lo determina”, le dijeron. Ahora sí que el Opa está asustado. Un juez. ¿Y si el juez tiene miedo de que lo escrachen con la amante, o con las acciones del “feed-lot”, o con la moto que le regaló el imputado?
Las organizaciones de derechos humanos pusieron el grito en el cielo porque cualquier manifestación podría caer en la otra conducta: obligar a las autoridades a hacer algo o no hacerlo. En Chile han condenado por terroristas a los Mapuches que protestan por sus tierras, hasta que la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a Chile. Ejemplos sobran. Entonces agregaron un parrafito que dice que la ley no abarca el ejercicio de derechos humanos, sociales y constitucionales, es decir que en principio los piquetes zafan.
La Madre de todas las Madres, doña Hebe, dijo que no había problema, porque el gobierno de la presidenta Fernández de Neón nunca la utilizaría. Claro que no, le dijeron los abogados, porque los presidentes no aplican las leyes, esa es tarea de los jueces. El Opa se rasca la cabeza: si el gobierno no piensa aplicar una ley, ¿para qué la sancionó? Y luego, ¿qué pasa si un fiscal o un juez decide aplicarla, a pesar de que el gobierno no se lo pida? El Opa preguntó a un militante de Madres, pero éste lo trató de cipayo de la opo a sueldo de Magnetto.
También se castiga a quienes aporten dinero para quienes estén acusados de terrorismo. Ahora el Opa se preocupa. ¿Qué pasa si los empleados de una fábrica juntan unos pesos para el abogado del delegado, acusado de terrorista por incendiar una cubierta? Según la ley, están financiando al terrorismo. Si le llevan puchos a la comisaría o juntan unos mangos para que su mujer pueda alimentar a los pibes, también.
Pero ahora resulta que por cadena naciomal la presidenta Fernández de Neón anuncia que aplicará la ley antiterrorista contra una empresa que cerró sus puertas. Montón de empresas cerraron sus puertas en estos últimos dos años. Las cifras de desempleo son tan creíbles como un titular de Clarín. Pero la presidenta amenazó con usar la ley antiterrorista porque esta empresa cerró sus puertas con el fin de “aterrorizar a los argentinos”. La empresa dice que el año pasado perdió 25 millones de rupias verdes, y que este año perdería 40. Se pregunta el Opa si es obligatorio que una empresa pierda ese dinero, y se pregunta por qué es criminal y terrorista cerrar como tantas empresas, entre ellas las que pertenecen al testaferro oficial, Lázaro, el que se levantó y andó (y vaya si andó). Según le explicaron, si una empresa les paga sus deudas y la indemnización a los trabajadores, puede cerrar. Que hay un procedimiento especial para que el cierre no sea tan traumático. Por alguna razón a esta empresa no le permitieron entrar en ese procedimiento, el Opa no hará especulaciones porque ni él ni los abogados de la Comarca saben bien qué onda.
Es así como, contra lo prometido por Hebe, la presidenta eligió un enemigo y lo usará para culparlo de todos los males. Recuerda el Opa su post sobre el Populismo: siempre hace falta un enemigo a mano, alguien a quién echarle la culpa de nuestros mocazos. Es psicopatía de manual.
Se vive cierta angustia en la Comarca, con locales cerrados, con liquidaciones por cierre, con pibes que te dan vuelta de un cuetazo con la misma impunidad y falta de razones que un policía de gatillo fácil, que también abundan. Hay razones para tener miedo. Pero se pregunta el Opa si lo terrorífico no es el uso de una ley aberrante para cazar brujas, una vieja costumbre del peronismo desde la época del Brujo. Hasta en eso somos setentistas.



jueves, 31 de julio de 2014

Son una “Orga”

Algunas vidas atrás el Opa trabajaba en políticas públicas. En alguna ocasión acompañó a un conocido especialista en políticas de seguridad que venía de trabajar para el gobierno de Él, el marido y antecesor de la Presidenta Fernández de Neón. Esto ocurrió en los primeros años del mandato, cuando comenzábamos a salir de lo que se llamó “default”. Pero eso es otra historia, y el Opa no quiere confundir a los lectores.
Le preguntó el Opa por las políticas que implementaría el gobierno de Él, ya que su discurso por momentos lucía “progre”. La respuesta lo llenó de estupor e intriga: “mirá, son una orga. No les importa nada ni nadie. Van a hacer lo que les convenga a ellos, más allá del discursito. Son una orga de cuatro que llegaron para quedarse con todo”. El Opa no entendió muy bien, y puede que su lábil memoria flaquee. Pero recurrió a esa misma memoria para desentrañar el concepto de “orga”.
En los tempranos ´70 las organizaciones armadas se llamaban a sí mismas “orga”. Las medidas de seguridad elementales de cualquier organización clandestina incluían una alta dosis de paranoia, porque debían estar todo el tiempo alerta a posibles (y frecuentes) infiltraciones, a delatores y desertores, aventureros y oportunistas. Por eso tenían una estructura militar en forma de pirámide: unos pocos jefes que decidían y daban órdenes a grupos que obedecían sin chistar. La obediencia también es un requisito de las “orgas”, porque no cabe ponerse a deliberar en medio de una balacera.
Esto también requiere fragmentar la información: sólo los líderes tienen derecho a tener la información necesaria. Nadie más. Para el resto, el silencio o las mentiras, o los fragmentos de verdad que sean útiles a las necesidades de los jefes. Por eso tampoco nadie podía cuestionar mucho: simplemente porque no sabían lo que ocurría alrededor. ¿Cómo es eso?, se preguntará el lector. Simple. Los militantes de las bases estaban “compartimentados” en células, en grupos de tres o cuatro personas que apenas se conocían y que respondían a uno, del que tampoco sabían mucho. Por elemental seguridad, cada miembro tenía que mantener estricto secreto sobre su pertenencia a una “orga”.
Así, al estar compartimentados, podían participar en acciones de superficie, como ir a una huelga o una asamblea, pero podían no saber que la persona que tenían al lado (un amigo, la novia) también pertenecía a esa “orga” u a otra. A medida que iban ascendiendo en sus responsabilidades pasaban a responder a otras personas, pero siempre bajo el mismo sistema: conocer poco del resto, obedecer sin chistar, no sacar conclusiones propias, o en todo caso callarlas religiosamente.
Los líderes sí sabían. Centralizaban todo el conocimiento. Personas, datos, estructuras, recursos, armas, refugios, dinero. Dinero. Decidían en función de sus intereses, con todas las cartas en su mesa íntima, de la que se excluía celosamente a cualquier otra persona. El resto no debía conocer las cartas. Tenían que no conocerlas, como presupuesto de la obediencia. Hay algo de mesiánico en ello, y mucho de desprecio por el semejante.
Es mesiánico arrogarse la clarividencia de los iluminados que saben a dónde van, y pueden dirigir las masas idiotas. Y hay un enorme desprecio en considerar al resto como un objeto, una ficha en el tablero del poder. Por eso para las “orgas” todo era una ficha, especialmente la vida del semejante. Era irrelevante que el semejante que moría como consecuencia de las acciones armadas fuera súbdito o enemigo, en todo caso su vida valía menos que el argumento que circunstancialmente querían difundir. La vida ajena era la tinta con la que escribían las páginas de su relato. Así, podían tirarle a Perón el cadáver de su hijo político, para demostrarle que la tenían bien larga. Había en las orgas una celebración de la muerte, que permitía naturalizarla y convertirla en mercancía política.
Eso eran las “orgas”. Fascismo de manual.
¿Cómo es que, según el conocido del Opa, Fernández de Neón y Él eran una “orga”? No matan gente, pero tienen la SIDE y los carpetazos para apretar y embarrar adversarios. No matan gente, pero tienen el mismo desprecio fascista por el otro, sea aliado o adversario. Si es aliado se lo puede someter a cualquier humillación manu militari, y después descartarlo. Los cretinos del conurbano y de varias provincias han conocido el ascenso y la gloria, antes de ser prolijamente defenestrados. Si es adversario es por definición un enemigo que no merece respeto y debe ser aniquilado políticamente. Salvo cuando el enemigo demuestra tener igual o más poder que ellos, y en ese caso concederán negociaciones en la lógica de un acuerdo entre gángsters. Y siempre, en todo caso, esos acuerdos serán travestidos en un relato para que los cumpas, hacia abajo, propaguen y repitan.
La “orga” en el Palacio se maneja sin escrúpulos, sin rendir cuentas, sin asumir errores: infalible y arrogante, en medio del incendio. Psicópatas de manual, las culpas de sus errores son siempre de los otros, de cualquier otro. Irresponsables de manual, los daños de sus desastres los pagan los otros, siempre los otros. O sea, nosotros.

domingo, 27 de julio de 2014

Palestina

Luego de mucho tiempo el Opa vuelve a escribir, ahora sobre el conflicto en Medio Oriente, que es un tema que lo excede como tantos otros. Pero al Opa le gusta meterse en camisa de once varas, así que aquí estamos. Y de paso, agradecería que alguien le explique eso de las once varas de la camisa, que nunca entendió.
Para comenzar, el Opa concluye que lo que se vive en Palestina, y más específicamente en Gaza, es una limpieza étnica. Nos hemos acostumbrado a oír ese constructo en relación a las matanzas en los balcanes, o en África. Bueno, se puede decir que Israel se ha embarcado en una limpieza étnica: quiere limpiar de palestinos su área de influencia. Cuenta para ello con la colaboración de Hamas, empeñado en martirizar a su propio pueblo.
Al término de la segunda guerra mundial el mundo civilizado tenía mala conciencia por haber permitido y facilitado el Holocausto judío. Para redimirse le ofreció a los dirigentes sionistas un fragmento de tierra que según sus mandatos religiosos le pertenecían por ser el pueblo elegido. Es decir, según ellos, una entidad supranatural les dijo que ese lugar que se llamaba Palestina les pertenecía y debían instalar allí el nuevo Estado de Israel. Había un pequeño problema: Palestina estaba llena de palestinos.
Así que los nuevos propietarios fueron corriendo a los antiguos con la eficiente persuación de las balas y las bombas. Los palestinos no estaban tan de acuerdo, y se defendieron con más balas y más bombas.
Más cerca en la historia los palestinos votaron a Hamas, una fuerza política y militar, para que rigiera los destinos de ese país dividido en fragmentos dispersos. Hamas nació con el propósito, poco loable, de exterminar al Estado de Israel; pero en los últimos años todo parecía indicar que estaban de acuerdo en cancelar su programa de exterminio a cambio de la paz y de ciertas condiciones de soberanía.
El problema es que Hamas no tiene, ni tuvo, el monopolio de la violencia. Sucedió que otros grupos integristas islámicos siguieron combatiendo contra Israel, a pesar del esfuerzo (a veces) de Hamas por evitarlo. Hasta que Israel volvió a atacar a regiones palestinas, lo que a su vez llevó a Hamas a reasumir sus posiciones más extremistas.
Sabe el Opa que el mes pasado tres adolescentes israelíes fueron secuestrados y asesinados, y que Israel sostiene que los victimarios pertenecían a Hamas. En toda guerra la primera víctima es la verdad, por lo tanto cualquiera de estas versiones deben tomarse con extremo cuidado.
A partir de este crimen deleznable Israel comenzó una guerra contra Hamas. El problema es que Hamas se refugia en los intersticios de Gaza. En medio de su población civil jaqueada por las enfermedades y el hambre debido al bloqueo de Israel, que convirtió a la zona en un inmenso campo de concentración. Parece que hasta la ONU ha detectado armamento pesado en hospitales y escuelas de Gaza, comprado con los recursos destinados por la cooperación internacional para asistir a los palestinos. Los israelíes argumentan que siempre habrá víctimas civiles cuando ataquen una base de lanzamiento de misiles de Hamas, porque Hamas usa a su propio pueblo como escudo humano.
En alguna vida pasada el Opa ha escuchado jóvenes israelíes afirmando que si mueren niños palestinos es por culpa de Hamas, que se esconde en la guardería. El Opa encuentra que este argumento es profundamente cínico, psicópata y sádico. Es como afirmar que uno puede fajar a la esposa, y que la culpa es de ella porque cocinó mal los panqueques. Sabe el Opa que hay gente así en la Comarca. Pero estos otros ñatos son más peligrosos, porque matan gente.
Explicaremos de nuevo: un fulano del ejército israelí dispara un misil que mata 9 chicos y 12 adultos, de los cuales 3 eran soldados de Hamas. La culpa de las muertes no es del fulano, ni siquiera de los tres soldados, sino de Hamas, como una entidad grisácea e indeterminada. Y en definitiva, de todos los palestinos que votaron a Hamas.
¿Podría Hamas abandonar las poblaciones civiles para evitar que masacren a su pueblo? Es difícil, porque hablamos de un territorio de once kilómetros de ancho por cincuenta y uno de largo que alberga a casi tres millones de habitantes, aunque cada vez son menos (los habitantes, no los kilómetros). Para que se entienda, es un 62,5% de la superficie del égido urbano de Córdoba (contando la Isla de los Patos), con el doble de su población. No hay mucho lugar para esconderse.
Pero además campea la certeza de que aún si se amontonaran todos los de Hamas en, digamos, algo así como la Isla de los Patos para poder eliminarlos tranquilamente, aún así Israel seguiría bombardeando escuelas y hospitales, casamientos y cumpleaños. Porque hay, en el lado israelí, esa patológica transferencia de la responsabilidad por el daño causado, esa voluntad de destrozar palestinos y culparlos de su muerte. Recientemente una diputada dijo que habría que matar a las mujeres palestinas, así no procrean más terroristas. Para los lectores bienpensantes, imaginen si eso lo dijera Putin sobre las ucranianas, o la Thatcher sobre las irlandesas.
Lo cierto es que ambas partes han decidido deshumanizar al otro, convertirlo en un objetivo bélico que se puede convertir en guiñapos sanguinolentos, en cruces estadísticas. Pero los palestinos están encerrados en su tierra, sin poder salir, y con Hamas a esta altura como una mera excusa. Campea en Israel la idea de que la paz sólo llegará cuando hayan exterminado hasta al último palestino.
Y eso, mis amigos, es limpieza étnica. Y eso, en la Comarca, se llama genocidio.





sábado, 19 de julio de 2014

Todos mienten

Trasega el Opa una preocupación insidiosa. Mira las noticias, saca cuentas, vuelve a mirar y sigue pensando. Le cuesta entender que cosas tan incompatibles ocurran en la Comarca. Sabe el Opa que las opiniones son libres y cada uno es dueño de interpretar lo que se le ocurra, pero no abandona la intuición básica de que las cosas son de una manera o de otra. Que hay un sustrato de los hechos que no pueden obviarse con ligereza. Y vuelve a leer los diarios.
En ellos ve que coinciden las fotos: está la presidenta Fernández de Neón con el presidente ruso. Los diarios neonistas insisten en la importancia estratégica de expandir nuestra influencia hacia un grupo de países que se sustrae a Europa y Estados Unidos para conformar un polo alternativo de poder. No está mal, piensa el Opa. Recuerda las relaciones carnales con el gran país del norte y le duelen las asentaderas. Recuerda los capitales españoles, franceses, italianos que se quedaron con las empresas públicas de la Comarca, y le duele el vaciamiento.
Ahora bien, ninguno de esos países es un ejemplo de democracia y “derecho sumanos”, que tanto les gusta referir a los neonistas. China es una dictadura de comunismo de mercado, una inmensa cárcel de trabajos forzados que fabrica productos baratos para copar mercados extranjeros, y el principal comprador de nuestro “yuyo que crece al lado de la ruta”. Rusia tiene el récord mundial de periodistas asesinados, gays asesinados, opositores asesinados, verdades asesinadas. Es un país imperialista que ha invadido una y otra vez a todos sus vecinos. La unión soviética no fue más que una excusa ideologizada para hacer lo que siempre hizo, antes y después del comunismo: convertir a toda la región en un campo de concentración. El Opa entiende por qué ese régimen de indoctrinación masiva y negocios oscuros es venerado por algunos neonistas. Ya volveremos a hablar de las verdades.
India no ha logrado reducir sus inequidades, pero tiene bomba atómica, un mercado gigantesco y toneladas de dinero sucio conviviendo con la miseria más espantosa. Sólo Brasil queda al margen del cuestionamiento del Opa, porque pudo sumar inclusión y desarrollo social a una democracia estable. Además, no olvida que Dilma, su presidenta, no tuvo empacho en mandar a la cárcel a varios ministros corruptos, incluyendo la mano derecha del venerado Lula da Silva.
Ese es el selecto club al que la presidenta nos lleva.
Decía el Opa que no está mal abrirse a otros actores, sobre todo si hay alguna posibilidad de articular estrategias de crecimiento. Pero le llama la atención que algunos medios consideren que ingresamos al zenith de la historia que acabará con el imperialismo cipayo, y otros crean que vamos en dirección a una versión local de esos populismos autoritarios y sangrientos. Algo tiene que haber en el medio.
Cree el Opa que en el medio no hay nada. Que hay que sumar las narrativas. Que es cierto que los de Clarín son golpistas, pero también es cierto que la presidenta Fernández de Neón pretende un discurso único. Es cierto que los del campo son maestros de la evasión y el golpe, pero también que Cristina les quiso manotear la renta agraria con fines inconfesables. En estos términos en la Comarca no hay malos y buenos: hay malos y peores.
Por ejemplo: el vicepresidente. A medida que se encuentran pruebas y conexiones con nuevos negocios oscuros, recrudecen los ataques al juez que lo investiga. Así, lo han emparentado a un dirigente neonazi, porque concedió personería jurídica a su partido político. Eso implica acusarlo directamente de nazi también. Y entonces, denunciar que las investigaciones contra Bubú son parte de una conspiración nazi-clarinesca, que como todos sabemos, miente.
Ahora otro juez lo está investigando por comprar un auto con papeles truchos. Dicen los neonistas: “bueno, ¿quién no compró un auto flojo de papeles?” Tema menor. Luego se supo que una empresa que aparentemente le pertenece embolsó siete millones de rupias por un trámite que debería haber hecho gratis el ministerio de Economía cuando Bubú era el Ministro. Crujen los dientes de la máquna del relato, porque todavía no saben cómo explicarlo. Pero será culpa del juez.

Volviendo a la verdad, lo cierto es que hay una necesidad atroz de modelarla de acuerdo al interés, a la creencia, al relato. A dibujar los hechos mismos, y si no se puede, a permitirse el delirio y la estupidez para interpretarlos. Es esto lo que al Opa lo indigna. Que lo tomen por estúpido, ya que Opa es desde antes. Que crean que es posible decir que alguien tome en serio algunas de las cosas que dicen. Pero, ya se sabe, es pródiga la Comarca en crédulos y paparulos. Están por todos lados.

domingo, 13 de julio de 2014

Crónicas de la Comarca: Alemania

El Opa comienza esta crónica a los 10 minutos del primer tiempo. Argentina presiona con solidez, defiende con templanza, se ordena con orden, valga la redundancia. Mascherano le pelea al árbitro y Klose finge una falta peligrosa. Demichelis rechaza aún encandilado por un parche de sol. Y de repente uno de los alemanes le desajusta un omóplato a Garay. Argentina le juega de igual a igual a Alemania, que presiona con fuerza pero sin lograr entrar del todo. De repente una oportunidad de oro, pero Higuaín falla. Justo hoy.
La defensa argentina protege el área, pero permite demasiado juego demasiado cerca, todo lo cual frunce al Opa because, Alemania. Alemania astutamente mantiene la posesión de la pelota, en parte par tratar de encontrar el hueco y en parte para evitar que Argentina le haga maldades. Largo pase para Klose, que aterriza en manos de Romero. Vuelve a fruncirse el Opa cuando dos alemanes quedan en orsai. Primera amarilla: Schweingister. Se arma una recuperación interesante y un par de pases mágicos, y viene un golazo del Pipa, pero fue posisión adelantada. El Opa lo gritó y todo. Sacan a Kremer, con la mirada perdida y el omóplato de Garay incrustado en la mejilla. La mirada de Löw es inescrutable.
Lavezzi ensaya una cosa para sacarse a los alemanes de encima, y lo bajan de un sablazo. Después hacen lo mismo con Zabaleta: amarilla para Loewedes. Espera el Opa que esta sea una buena señal. Combinación excelente de Lavezzi con Messi, y es corner, pero Manuel tiene otros planes y se lleva la pelota.
Contraataque jodido, y estupenda atuación de Romero. Sabella es el rostro vivo de la angustia. Nuevo contraataque argentino, que se diluye. Falta obvia de Müller, gratuita, que mereció una amarilla que no le llega. Error de Mascherano: le interceptan un pase, pero Romero responde. También le responden los palos, aún cuando uno de los alemanes está en posición adelantada. Llega el entretiempo y el Opa va a prepararse un mate y aflojar el alma. También el alma.
Comienza el segundo tiempo con otra posicion adelantada de Higuaín. Minutos más tarde Messi pierde uno increíble. El Opa tiene los, ehem, goles, en la garganta. Pero piensa que eso no deja de ser un buen indicador.
Falta peligrosa que odría haber sdo un tiro libre desde el punto de penal. Rojo manoteándole la camiseta a Müller, que no está dispuesta a dársela hasta que termine el partido. Rodillazo del arquero alemán sobre Higuaín, que hubiera ameritado una sanción grave, pero el árbitro está en otra: Mascherano va i lo ladra. Gravísimo error arbitral. Pero alemania sigue desperdiciando oportunidades.
Lo agarran a Agüero en el área, debió ser penal. Amarilla a Mascherano por una falta que no lo ameritaba. El Opa ya está sulfurado y recuerda la dudosa moral íntima de la madre, la hermana y la hija del árbitro, que en venganza le clava una amarilla a Aguero. Nueva seguidilla de ataques alemanes que terminan en ningún lado. Argentina tampoco puede jugar a nada, porque estan todos los alemanes encerrando su área.
Entra Palacio por Higuain, a ver si puede aportar más dinamismo a un partido estancado. Efectivamente, participa en una jugada interesante que finalmente lo encuentra demasiado lejos y muere en las manos del arquero alemán. Höwedes se tira cual Robben, pero es ignorado por el árbitro.
Agüero se resbala y cae en medio del pase perfecto, a minutos del final. El Opa grita “¡volvé Pocho!”. No, Eduardo César, no era para vos.
Entra Lady Gago por Enzo Pérez, y esto al Opa no le gusta. Ruega tener que meterse sus palabras donde mejor le cupieren. Lo guadañan a Biglia frente al arco, pero el árbitro esta tratando de pasar de nivel en el Candiy Crush.
Sale Klose, enta uno que no salió del closet. No se puede entrar a jugar peinado a la gomina. Un rato después ese tipo dispara un pelotazo trapero que Romero contiene, mientras indica a la monada que suba. Un rato más de jugueteo maula y nos vamos al alargue.
Arrancamos cun una prueba de los reflejos de Romero, que responde como siempre. Después, lo mismo de siempre, presión de Alemania, intentos de contraataques argentios. Palacio queda solo frente al arco y vuelve a perderla. El Opa sigue soñando con el gol de Di María a los 118. A Agüero se le vuelve a escapar la tortuga. Mascherano sigue aguantando rivales. Palacio, literalmente, echa moco. Y termina el primer tiempo.
Comienza el último tramo del partido. Palacio vuelve a perder el colectivo. Tiro libre jodido para Alemania. Ahora Agüero le abre el pómulo al 7 alemán, y eso no puede ser bueno. Argentina no pudo aprovechar su ausencia momentánea. Y el muchacho de peinado con gomina queda sólo frente al arco, convierte un gol y le hace tragar sus palabras al Opa. Más que nunca sueña el Opa con ese gol agónico, ese pulmotor de su esperanza abollada pero aún de pie. Un cabezazo agónico de Messi que no dejó de buscarla, pero termina en el techo del arco. Falta a Messi sobre la hora, con el 7 alemán tirado haciendo tiempo. El pelotazo termina en la tribuna.
Termina el partido con enorme pena del Opa, que la vio de cerca. Piensa que Alemania jugó mejor, Argentina no le encontró la vuelta, y que sólo una distracción en el último minuto impidió el milagro. Apaga el televisor. La única persona que respira aliviada es la esposa de Romero, porque Rihanna se quedará sin estrenar la lencería nueva.

miércoles, 9 de julio de 2014

Crónicas de la Comarca: Holanda

 El Opa es una masa de nervios, como nunca antes de un partido de balompié. La reciente bravata alemana que despanzurró a Brasil lo ha dejado cauteloso y anhelante, animado y con julepe. Piensa el Opa que a los miedos hay que enfrentarlos con hidalguía, como esos once pibes que están ahí entrando a la cancha.
Comienza el partido con el equipo argentino sólido en la posesión de la pelota, ordenado y compacto, con buena capacidad para recuperarla. Holanda dedica su tiempo a una circulacion estéril para desgastar y distraer al rival mientras busca el hueco. Primera infracción a Lavezzi, y un tiro libre que es una oportunidad clara. Perdida.
Primera salvada importante de Mascherano, e infracción sobre este chico Pérez, que se enterró la pelota en el hígado. Primer disparo franco de Messi, que resulta impecable, como la atajada del hombre de verde. Argentina muestra vocación de gol, y espera el Opa que Máxima tenga la chance de ir al baño de su casa a gritar en la clandestinidad un gol argentino. Un botinazo al aire casi decapita a Mascherano, pero los petisos tienen la virtud de encogerse rápido cuando el patadón acecha.
Otro patadón desvía el cabezazo certero de Garay y le deja un chichón importante, pero el gol se siente cerca. Hasta que Mascherano se pega un cabezazo de los feos. Se frunce entero el Opa, pero el tipo es un gladiador y vuelve a la cancha.
Romero aparece con dos reacciones importantes en un momento de acoso: es reconfortante que recién tenga que jugar a los 30 minutos del partido. El holandés pelado cuyo apellido lo emparenta con el Vicepresidente de la Comarca no ha podido desplegar su peligro (notar que el Opa se toma ciertas partes de su anatomía izquierda, con las dos manos). Demichelis propina un oportuno patadón a Sneijder, que el árbitro no sanciona con dureza. Messi se estrella conta una pared naranja y el árbitro, con buen sentido, parece exigir que no irrumpa la violencia. Finalmente amarilla para Martins Indi, que pretende taparlo a manotazos. Termina el primer tiempo y el Opa va al baño a liberar, entre otras cosas, tensiones.
Llueve ahora en Sao Paulo, y se pregunta el Opa si eso favorece o perjudica a alguno. Arranca el segundo tiempo con infracción fuerte sobre Pérez, y esto sólo puede ser una buena señal (menos para Pérez, claro). Mientras tanto, a Garay se le salió uno de los championes y le pegó de volea con el otro nomás: un mostro. Caramba, amarilla para Demichelis que quiso ayudar a Robben para que no se caiga: el pelotazo del tiro libre le voló el paquete de tutucas a un japonés en la tribuna.
Se siente la ausencia de Di María en la creación de espacios a pura velocidad. El equipo sigue sólido pero les cuesta encontrarse cerca del área naranja. Hay que decir que tampoco el adversario deja muchos huecos, y se ha concentrado en su defensa. Se lastima Biglia, pero sale De Jong, una amenaza constante.
El partido sigue tenso e intenso, y la selección parecen no encontrarle la vuelta a la naranja mecánica, que de todos modos tampoco puede hacer mucho. En otro cabezazo se lastima el 7 holandés. O sea, el jugador, no el 7. Bueno, se entiende. Jugada interesante de Higuaín, pero Messi la aloja detrás del arco. Frustrada ilusión del Opa cuando el Pipita convierte, pero el árbitro encuentra que estaba en posición delantada. No es así, nos han robado un gol, hasta el Opa lo nota. La próxima será.
Sale Enzo Pérez y entra Palacio; sale Higuaín y entra Agüero. Ruega el Opa que esto traiga energías en el ataque. Hay un poco más de presión, pero sin lograr completar los pases en el área rival. Suda frío el Opa, viendo cómo los arranques argentinos terminan en manos (o pies) holandeses. Un único descuido grave deja a Robben casi frente al arco, y nuevamente Mascherano se recibe de héroe. Esto se va al alargue y será un sufrimiento largo.
Sale Van Persie, pero queda Robben, que atraviesa tres defensores para entrar al área chica. ¿Quién defiende? Mascherano, que está de turno. Robben ahora lo intenta desde lejos, pero Romero responde. Sale Lavezzi y entra Maxi Rodríguez. Están todos exhustos. Vino un centro perfecto, y el Kun estaba tendiendo la ropa. Termina la primera parte del alargue. Sueña el Opa con ese gol de Di María a los 118 minutos.
Comenza la segunda parte con una picardía de potrero del Kun, y Zabaleta lastimado en otro choque. Le ponen en la boca una gasa enorme y a seguir luchando. Espera el Opa también que se encienda Messi, que ha sido neutralizado por un ejército anaranjado. Que se encienda y construya alguna cosa mágica que termine con la incertidumbre y devuelva la sonrisa. En lugar de eso vino un cabezazo tímido de Palacio que quedo en las manos del arquero. Y se despierta Messi con un centro magnífico, pero Maxi le pega suavecito. Y después de una enormísima fruncida (enorme aparición de Mascherano) nos vamos a penales.
No alcanzaron a hacer entrar al grandote que asustó a Costa Rica, pero esto igual es una lotería. Las cámaras toman la lista de Sabella, que encabeza Messi. Patea primero Vlaar y Romero ataja. Messi, y es gol. Robben, y entra al ángulo opuesto al que eligió Romero. Garay, y es gol. Van Persie, ¡y Romero ataja! El Kun, y es gol. Kuyt, y es gol. Maxi Rodríguez, y estamos en la Final.
El Opa a los gritos sólo en su casa, a punto de moquear: a sucedido lo impensado.